martes, 15 de octubre de 2019


La casa de la Virgen María en Éfeso

Breve visita y narración de cómo fue su hallazgo en 1891, gracias a los escritos de una vidente. Parte del Viaje Peregrinación a Grecia y Turquía.
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Fuente: Canal de YouTube del P. José de Jesús Aguilar Valdés

jueves, 5 de septiembre de 2019


El milagro de la novena a la Madre Teresa de Calcuta

El padre Dominic Mwebe ha dedicado su vida a Dios y a los más pobres en Kampala, la capital de Uganda. Este sacerdote de 87 años es un héroe para miles de niños, que han podido ir a la escuela y a la universidad gracias a su ahínco en ayudarles. Un total de 22 son además sacerdotes.
Sin embargo, su labor ha ido mucho más allá aunque no quiere dar cifras pues considera que su recompensa estará en el cielo. Lo que sí ha querido contar es un hecho que le ocurrió hace unos años gracias a una Novena que realiza cada año, y que tuvo un efecto que le marcó para siempre.

Una novena a la Madre de Calcuta

Según relata al Catholic Digest, el padre Dominic dedica una novena a Santa Teresa de Calcuta para pedirle su ayuda y su guía a la hora de elegir a las personas adecuadas para una ayuda adicional. Además de la ayuda ordinaria que presta a cientos de personas quería invertir también en aquellos que mejor pudieran manifestar la gloria de Dios.
En 2007, justo al acabar la Novena a la Madre Teresa, una adolescente de 14 años se le acercó y le pidió sólo una cosa. No era dinero ni comida. Únicamente quería que este sacerdote rezase por su familia.

La impresionante respuesta de la Madre Teresa

Familia de Fausta
Esta niña se llamaba Fausta Nalubega. Su padre murió de SIDA dejando viuda y seis hijos, entre ellos esta chica que apenas tenía once años. “Cuando nuestro padre murió, nuestros parientes se llevaron todas las cosas que nuestro padre poseía, y querían que nos casáramos con los hombres que ellos eligieran”, cuenta Fausta, que ahora tiene 27 años.
Su madre era una mujer de una fe católica profunda y se negó a entregar en matrimonio a sus hijas menores de edad, una de ellas de 12 años, a hombres mayores. “En nuestra cultura, el hombre se ocupa de la niña pequeña, paga sus gastos escolares y después la toma como esposa”, explica esta joven.

Sin nada, pero con una fe inquebrantable

Sin embargo, la negativa de su madre hizo que toda la familia les abandonaran al rechazar el matrimonio. Pronto se encontraron en la calle y sin nada. Cuando llovía la familia Nalubega tenía que cubrirse con bolsas de plástico hasta que la lluvia amainara. Tampoco tenían comida y la calle se convirtió en su casa. Así estuvieron seis años.
“Solíamos ir de casa en casa pidiendo ropa para lavar y hacer las tareas del hogar para las familias ricas. Nos pagaban un dólar o dos por día”, cuenta de ese tiempo Fausta.

La familia, todos los días en la misa de las 7 de la mañana

Pese a las graves dificultades, el vivir en la calle y el no tener comida su madre tenía una cosa muy clara: Dios era fiel y la fe debía ser el gran alimento de la familia. De este modo, la madre y todos los hijos acudían todos los días a misa, nunca faltaban. Lo hacían además en primera fila.
El padre Dominic era entonces nuevo en la parroquia de San José en Kampala y le llamaba la atención que esta familia estuviera siempre en la misa de siete de la mañana y sentada siempre en el primer banco.
Este cura recuerda que “solían venir a la iglesia con la ropa muy sucia y sin zapatos. A veces venían con plátanos encima de la cabeza porque después de la misa los vendían”. El sacerdote se sentía conmovido por esta familia y cómo alababan a Dios todos los días.

El primer encuentro con Fausta y su familia

Y así fue como llegó aquella Novena a la Madre Teresa y el momento en el que Fausta se acercó para pedirle sus oraciones. Fausta tampoco olvida aquel momento: “Él me preguntó: ‘¿Por qué no estás estudiando?’. Le conté nuestra historia”.
El padre Dominic afirma que “le pedí a la madre de Fausta que me llevara a su casa; cuando llegué a la calle, sólo pude llorar”. Entonces supo que llevaban seis años en las calles.

Esta era la respuesta a la novena

FaustaEl sacerdote sintió en su corazón que esta familia era la respuesta a su Novena y le agradeció Dios que pusiera a los Nabulega en su camino.
De sus propios ahorros, el sacerdote pagó un internado católico y luego más adelante a Fausta sus estudios universitarios.
Esta familia se mantuvo fiel a Dios pese a las dificultades y sin pedir más que oración al final recibió grandes gracias. “Dios usó al padre Dominic para rescatarnos”, asegura.

Una discípula de la Madre Teresa

En la universidad, Fausta fue elegida con 19 años presidenta del grupo San Vicente de Paúl y un año más tarde fundo su propio grupo, Mercy for Life. Su gran deseo era ayudar a los más pobres entre los pobres de su comunidad porque conocía a la perfección el sufrimiento de su pueblo. A la vez era una forma de agradecer a Dios por responder a las oraciones de su familia. “Los que nos empuja a realizar esta labor es la alegría que las personas reciben cuando reciben nuestra ayuda”.
Actualmente, Mercy For Life Africa ayuda en muchos ámbitos diferentes de Kampala. Cuida a 22 huérfanos, enseña a las mujeres a coser para ganarse la vida, pagan la educación en un colegio católico a 52 niños de Primaria, ofrecen consejeros profesionales para ayudar a que los niños no acaben en la prostitución y ayudan a los ancianos abandonados por sus familiares. Pero además, dan comida a familias que viven en la calle.
Pero no siempre llegan los fondos para ayudar más. “Si no tenemos suficiente comid para dar, les damos a Dios y ánimo, para que vuelvan a casa”.

“Estoy muy emocionado”

Para el padre Dominic es una alegría inmensa ver con sus ojos lo que Fausta está llevando a cabo. Aquella novena a Santa Teresa de Calcuta ha propiciado una discípula.
“Vi una buena semilla y estoy viendo los resultados. Estoy muy emocionado por lo que Fausta y su familia están haciendo por Dios. Creo que, incluso si muero ahora, Fausta y su familia pueden hacer lo que he hecho aún mejor, ya que está inspirada por el espíritu de Dios”.
Los próximos objetivos de Fausta son poder conseguir que con las habilidades de costura, las mujeres pueden ganarse la vida. También espera construir una gran casa para las personas sin hogar y las madres jóvenes (menores de 16 años) que eligen la vida en lugar del aborto. Por último, esperan proporcionar materiales escolares para los estudiantes que están patrocinando.

viernes, 16 de agosto de 2019

sábado, 29 de junio de 2019


San Pedro y San Pablo, Día del Papa

El día 29 de junio se celebra la Fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo. Es una de las grandes acontecimientos en la Iglesia, ya que conmemoramos a dos grandes pilares de la Iglesia, dos hombres entregados a Dios que, habiendo aceptado seguir a Jesucristo, dieron su vida llevando la Verdad de Dios y anunciando que Jesús es el Señor.
PAPA-FRANCISCO-I-mini-300x251Así mismo, en esta fecha, se festeja el Día del Papa. Y en esta jornada estamos invitados, de manera especial, a meditar en el ministerio del Sucesor de Pedro, el Sumo Pontífice, a orar por él y a contribuir con nuestras limosnas y donativos a su misión evangelizadora y de caridad.
El Romano Pontífice, como Sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad así de los obispos como de la multitud de los fieles. Es Pastor de toda la Iglesia y tiene potestad plena, suprema y universal. Es el Vicario de Cristo.

San Pedro, San Pablo y el Papa

La historia de esta solemnidad

San Pedro

San Pedro fue uno de los doce apóstoles de JesúsSu nombre era Simón, pero Jesús lo llamó Cefas que significa “piedra” y le dijo que sería la piedra sobre la que edificaría Su Iglesia. Por esta razón, le conocemos como Pedro. Era pescador de oficio y Jesús lo llamó a ser pescador de hombres, para darles a conocer el amor de Dios y el mensaje de salvación. Él aceptó y dejó su barca, sus redes y su casa para seguir a Jesús.
Pedro era de carácter fuerte e impulsivo y tuvo que luchar contra la comodidad y contra su gusto por lucirse ante los demás. No comprendió a Cristo cuando hablaba acerca de sacrificio, cruz y muerte y hasta le llegó a proponer a Jesús un camino más fácil; se sentía muy seguro de sí mismo y le prometió a Cristo que nunca lo negaría, tan sólo unas horas antes de negarlo tres veces.
En los Hechos de los Apóstoles, se narran varias hazañas y aventuras de Pedro como primer jefe de la Iglesia. Nos narran que fue hecho prisionero con Juan, que defendió a Cristo ante los tribunales judíos, que fue encarcelado por orden del Sanedrín y librado milagrosamente de sus cadenas para volver a predicar en el templo; que lo detuvieron por segunda vez y aún así, se negó a dejar de predicar y fue mandado a azotar.
Pedro convirtió a muchos judíos y pensó que ya había cumplido con su misión, pero Jesús se le apareció y le pidió que llevara esta conversión a los gentiles, a los no judíos.
En esa época, Roma era la ciudad más importante del mundo, por lo que Pedro decidió ir allá a predicar a Jesús. Ahí se encontró con varias dificultades: los romanos tomaban las creencias y los dioses que más les gustaban de los distintos países que conquistaban. Cada familia tenía sus dioses del hogar. La superstición era una verdadera plaga, abundaban los adivinos y los magos. Él comenzó con su predicación y ahí surgieron las primeras comunidades cristianas. Estas comunidades daban un gran ejemplo de amor, alegría y de honestidad, en una sociedad violenta y egoísta. En menos de trescientos años, la mayoría de los corazones del imperio romano quedaron conquistados para Jesús. Desde entonces, Roma se constituyó como el centro del cristianismo.
En el año 64, hubo un incendio muy grande en Roma que no fue posible sofocar. Fue Nerón el que lo había provocado. Nerón se dio cuenta que peligraba su trono y alguien le sugirió que acusara a los cristianos de haber provocado el incendio. Fue así como se inició una verdadera “cacería” de los cristianos: los arrojaban al circo romano para ser devorados por los leones, eran quemados en los jardines, asesinados en plena calle o torturados cruelmente. Durante esta persecución, que duró unos tres años, murió crucificado Pedro por mandato del emperador Nerón.
Pidió ser crucificado de cabeza, porque no se sentía digno de morir como su Maestro. Treinta y siete años duró su seguimiento fiel a Jesús. Fue sepultado en la Colina Vaticana, cerca del lugar de su martirio. Ahí se construyó la Basílica de San Pedro, centro de la cristiandad.
San Pedro escribió dos cartas o epístolas que forman parte de la Sagrada Escritura.

San Pablo

Su nombre hebreo era SauloEra judío de raza, griego de educación y ciudadano romanoNació en la provincia romana de Cilicia, en la ciudad de Tarso. Era inteligente y bien preparado. Había estudiado en las mejores escuelas de Jerusalén.
Era enemigo de la nueva religión cristiana ya que era un fariseo muy estricto. Estaba convencido y comprometido con su fe judía. Quería dar testimonio de ésta y defenderla a toda costa. Consideraba a los cristianos como una amenaza para su religión y creía que se debía acabar con ellos a cualquier costo. Se dedicó a combatir a los cristianos, quienes tenían razones para temerle. Los jefes del Sanedrín de Jerusalén le encargaron que apresara a los cristianos de la ciudad de Damasco.
En el camino a Damasco, se le apareció Jesús en medio de un gran resplandor, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” ( Hechos de los Apóstoles 9, 1-9.20-22.).
Con esta frase, Pablo comprendió que Jesús era verdaderamente Hijo de Dios y que al perseguir a los cristianos perseguía al mismo Cristo que vivía en cada cristiano. Después de este acontecimiento, Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron a Damasco y pasó tres días sin comer ni beber. Ahí, Ananías, obedeciendo a Jesús, hizo que Saulo recobrara la vista, se levantara y fuera bautizado. Tomó alimento y se sintió con fuerzas.
Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y después empezó a predicar a favor de Jesús, diciendo que era el Hijo de Dios. Saulo se cambió el nombre por Pablo. Fue a Jerusalén para ponerse a la orden de San Pedro.
La conversión de Pablo fue total y es el más grande apóstol que la Iglesia ha tenido. Fue el “apóstol de los gentiles” ya que llevó el Evangelio a todos los hombres, no sólo al pueblo judío. Comprendió muy bien el significado de ser apóstol, y de hacer apostolado a favor del mensaje de Jesús. Fue fiel al llamado que Jesús le hizo en al camino a Damasco.
Llevó el Evangelio por todo el mundo mediterráneo. Su labor no fue fácil. Por un lado, los cristianos desconfiaban de él, por su fama de gran perseguidor de las comunidades cristianas. Los judíos, por su parte, le tenían coraje por “cambiarse de bando”. En varias ocasiones se tuvo que esconder y huir del lugar donde estaba, porque su vida peligraba. Realizó cuatro grandes viajes apostólicos para llevar a todos los hombres el mensaje de salvación, creando nuevas comunidades cristianas en los lugares por los que pasaba y enseñando y apoyando las comunidades ya existentes.
Escribió catorce cartas o epístolas que forman parte de la Sagrada Escritura.
Al igual que Pedro, fue martirizado en Roma. Le cortaron la cabeza con una espada pues, como era ciudadano romano, no podían condenarlo a morir en una cruz, ya que era una muerte reservada para los esclavos.

Lecturas de la Eucaristía:

Hechos de los Apóstoles
Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.  La noche antes de que lo sacara Herodes, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo: —«Date prisa, levántate. »  Las cadenas se le cayeron de las manos, y el ángel añadió: —«Ponte el cinturón y las sandalias. » Obedeció, y el ángel le dijo: —«Échate el manto y sígueme. » Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la calle, y se abrió solo. Salieron, y al final de la calle se marchó el ángel.  Pedro recapacitó y dijo: —«Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos. »
II Carta del apóstol San Pablo a Timoteo
Querido hermano: Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida. El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Evangelio según San Mateo
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: —«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? » Ellos contestaron: —«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. » Él les preguntó: —«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? » Simón Pedro tomó la palabra y dijo: —«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. » Jesús le respondió: —«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. »
Nexo entre las lecturas
La solemnidad de san Pedro y san Pablo nos permite contemplar la estrecha amistad que se establece entre Jesucristo y estos dos hombres elegidos para misiones muy importantes. En la primera lectura, tomada de los hechos de los apóstoles, Pedro recibe la visita en la cárcel de una ángel enviado por Dios que lo invita a ponerse en pie y seguirlo. Pedro deberá reemprender su misión al frente de la Iglesia naciente(1ª lectura). Pablo, en la carta a Timoteo hace un recuerdo emocionado de su entrega a Cristo: “he combatido el buen combate”. Sabe que Dios lo escogió desde el seno de su madre para revelarle a Cristo y para llamarlo a anunciarlo a todos los pueblos. Ahora al final de su carrera, reconoce con gratitud que Cristo lo ayudó y le dio fuerzas (2ª lectura). En Pedro y en Pablo aquello que más resalta es su íntima amistad con el maestro. Ambos tuvieron experiencia del amor de Dios en Cristo Jesús. Esa experiencia los acompañó durante toda su vida y les dio una viva conciencia de su misión. Tiene, pues, razón Pedro al concluir con emoción : “Señor, Tú sabes todo, Tú sabes que yo te amo” (Evangelio).
Mensaje doctrinal
1.Pedro y Pablo fieles a su misión. La solemnidad de san Pedro y san Pablo es una de las más antiguas del año litúrgico. Ella aparece en el santoral incluso antes que la fiesta de navidad. En el siglo IV ya existía la costumbre de celebrar tres misas una en la basílica vaticana, otra en san Pablo extra muros y otra en las catacumbas de san Sebastián, donde se escondieron las reliquias de los apóstoles durante algún tiempo. En un principio se consideró que el 29 de junio fuese el día en el que, en el año 67, Pedro sufrió el martirio en la colina vaticana y Paolo en la localidad denominada “Tre fontane”. En realidad, si bien el hecho del martirio es una dato histórico incuestionable que tuvo lugar en Roma en la época de Nerón, no es tan seguro, en cambio, el día y el año de la muerte de los dos apóstoles, pero parece que se sitúa entre el 67 y el 64.
Esta solemnidad festeja a las dos columnas de la Iglesia. Por una parte, Pedro es el hombre elegido por Cristo para ser “la roca” de la Iglesia: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” ( Mt 16,16). Pedro, hombre frágil y apasionado, acepta humildemente su misión y arrostra cárceles y maltratamientos por el nombre de Jesús.(cf. Hch 5,41). Predica con “parresía”, con valor, lleno del Espíritu Santo (cf. Hch 4,8). Pedro es el amigo entrañable de Cristo, el hombre elegido que se arrepiente de haber negado a su maestro, el hombre impetuoso y generoso que reconoce al Dios hecho hombre, al Mesías prometido: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”(cf. Mt 16,16). Los Hechos de los apóstoles narran en esta solemnidad la liberación de Pedro de las cárceles herodianas. “Con esta intervención extraordinaria, Dios ayudó a su apóstol para que pudiera proseguir su misión. Misión no fácil, que implicaba un itinerario complejo y arduo. Misión que se concluirá con el martirio “cuando seas viejo otro te ceñirá y te llevará donde no quieres” (cf. Jn 21,18) precisamente aquí, en Roma, donde aún hoy la tumba de Pedro es meta de incesantes peregrinaciones de todas las partes del mundo
“Pablo, por su parte, fue conquistado por la gracia divina en el camino de Damasco y de perseguidor de los cristianos se convirtió en Apóstol de los gentiles. Después de encontrarse con Jesús en su camino, se entregó sin reservas a la causa del Evangelio. También a Pablo se le reservaba como meta lejana Roma, capital del Imperio, donde, juntamente con Pedro, predicaría a Cristo, único Señor y Salvador del mundo. Por la fe, también él derramaría un día su sangre precisamente aquí, uniendo para siempre su nombre al de Pedro en la historia de la Roma cristiana” (Juan Pablo II, 29 de junio de 2002). Pablo es el apóstol fogoso e incansable que recorre el mundo conocido en la época para anunciar la buena nueva de la salvación en Cristo Jesús. Sabe que se le ha dado una misión, una responsabilidad, una tarea que no puede declinar. “Ay de mí si no evangelizare” (1 Co 9,16).
2. El colegio episcopal y su cabeza, el Papa. “Cristo, al instituir a los Doce, “formó una especie de Colegio o grupo estable y eligiendo de entre ellos a Pedro lo puso al frente de él”. “Así como, por disposición del Señor, san Pedro y los demás apóstoles forman un único colegio apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los apóstoles”. El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella; lo instituyó pastor de todo el rebaño. “Está claro que también el Colegio de los apóstoles, unido a su Cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro”. Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia. Se continúa por los obispos bajo el primado del Papa.
El Papa, obispo de Roma y sucesor de san Pedro, “es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles”. “El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad”. (Catecismo de la Iglesia Católica 881-882).
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sábado, 18 de mayo de 2019

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La profecía de Fátima aún no está cumplida



Este 13 de mayo de 2019, festividad de la Virgen de Fátima, se cumplieron 102 años de la primera de las apariciones de la Madre de Dios a los pastorcitos Lucía, Francisco y Jacinta, y pese al tiempo que ha pasado desde entonces los mensajes de María a la humanidad son cada vez más actuales.
Esto es lo que tiene claro el mariólogo Diego Manetti,  autor de varios libros sobre la Virgen, el último Perché appare la Madonna (Por qué se aparece la Virgen). En una entrevista en La Nuova Bussola Quotidiana afirma que “aquellos que piensan que la profecía de Fátima está cumplida están muy equivocados. Fátima nos habla hoy más que nunca y Nuestra Señora continúa, sin pausa, su plan de Salvación”.

La actualidad del mensaje de Fátima

En su opinión, el aniversario de este 2019 de la Virgen de Fátima es aún más importante que cuando se celebró el centenario hace apenas dos porque “cuanto más avanzamos en el tiempo, Fátima se vuelve más actual”.

Y es en este punto en el que Manetti aporta la novedad. “La respuesta está en el hilo que une Fátima con Medjugorje”, afirma él mientras recuerda las palabras que el Papa Benedicto XVI pronunció el 13 de mayo de 2010 en Fátima.
“Después de comentar el tercer secreto en el momento en el que se reveló (2000), Benedicto XVI revisó su posición en un sentido más apocalíptico, pronunciando palabras que luego se hicieron muy famosas”, explica este mariólogo.

La profecía no está acabada

Concretamente, las palabras de Benedicto a las que se refiere son estas: “Se equivoca quien piensa que la misión profética de Fátima está acabada”. También dice: “Que estos siete años que nos separan del centenario de las Apariciones impulsen el anunciado triunfo del Corazón Inmaculado de María para gloria de la Santísima Trinidad”.
De este modo, Diego Manetti indica que “uno debe darse cuenta de que la perspectiva con la que uno debe mirar Fátima es abierta y no es simplemente la memoria de un pasado. Hay una promesa que seguramente ha comenzado a realizarse, pero que, incluso hoy, espera su cumplimiento final”.

Diego Manneti, mariólogo
¿Qué papel tiene Medjugorje en todo esto? Este mariólogo asegura que cuando en la aldea bosnia la Virgen supuestamente dice que “he venido por última vez para llamar al mundo a la conversión. Entonces no volveré a aparecerme” o cuando asegura “hijos míos, estad preparados, esta vez es un punto de inflexión” simplemente “está diciendo que entre Fátima y Medjugorje hay un proyecto abierto”.

Las promesas cumplidas de la Virgen

“A menudo –indica este experto- nos centramos en la tercera parte del secreto revelado el 13 de julio de 1917, pero para comprenderlo realmente, primero debemos analizar la segunda parte, cuando Nuestra Señora promete: ‘¡Mi Corazón Inmaculado triunfará!’. Esta promesa idéntica regresa insistentemente a Medjugorje”.

En este sentido, Manetti señala que “Nuestra Señora siempre cumple sus promesas y, de hecho, en Fátima, se indica un primer cumplimiento de la profecía: ‘Rusia se convertirá’. Esto ocurre: entre la Inmaculada y la Navidad de 1991, como sabemos, el comunismo cae y el Inmaculado Corazón triunfa sobre el imperio del mal, o más bien sobre la ideología atea y materialista que durante setenta años había sometido la Unión Soviética difuendiendo la apostasia en todo el mundo. Lo que quiero decir, sin embargo, es que esto solo fue el comienzo”.
Según afirma, el cumplimiento de la profecía de Fátima se “llevará cabo precisamente con los secretos de Medjugorje y con su plena realización”.
Pero pese a todo, recalca que “los más importante es que nos demos cuenta de que Nuestra Señora nos está dando un tiempo de gracia para que podamos apresurarnos y convertirnos de inmediato. Como en Fátima, la Virgen siempre ha instado a la conversión en Medjugorje”.
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sábado, 6 de abril de 2019


Oraciones de Sanación y Liberación

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Oración a San Miguel Arcángel
(compuesta por Su Santidad León XIII, como exorcismo para la protección de la Iglesia)

San Miguel ArcángelSan Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, te pedimos suplicantes. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el Divino Poder a satanás y a todos los espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.
Amén
Oración exorcista de San Benito
La Santa Cruz sea mi Luz
no sea el demonio mi guía
retírate satanás
no me aconsejes cosas vanas
son malas las cosas que brindas
bebe tú ese veneno.
Escudo de San Patricio (oración exorcista)
Me envuelvo hoy día y ato a mi una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión en la unidad de Creador del Universo.
Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del Cristo con su Bautismo, la fuerza de su crucifixión y entierro, la fuerza de su resurrección y ascensión, la fuerza de su regreso para el Juicio de Eternidad.
Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del amor de los querubines, la obediencia de los ángeles, el servicio de los arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las oraciones de los patriarcas, las profecías de los profetas, las predicaciones de los apóstoles,
la fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores.
Me envuelvo hoy día y ato a mi el poder del Cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la solidez de la roca.
San PatricioMe envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza de DIOS para orientarme, el poder de DIOS para sostenerme, la sabiduría de DIOS para guiarme, el ojo de DIOS para prevenirme, el oído de DIOS para escucharme, la palabra de DIOS para apoyarme, la mano de DIOS para defenderme, el camino de DIOS para recibir mis pasos, el escudo de DIOS para protegerme, los ejércitos de DIOS para darme seguridad
contra las trampas de los demonios
contra las tentaciones de los vicios
contra las inclinaciones de la naturaleza
contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas, que están entre mi y esos males,
contra las encantaciones de los falsos profetas,
contra las leyes negras del paganismo,
contra las leyes falsas de los herejes,
contra la astucia de la idolatría,
contra los conjuros de brujas, brujos y magos
contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.
Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno, el incendio, el ahogo, las heridas, para que pueda alcanzar yo abundancia de premio.
Cristo conmigo, Cristo delante de mi, Cristo detrás de mi, Cristo en mi, Cristo bajo mi, Cristo sobre mi, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo alrededor de mi. Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la altura, Cristo en la profundidad de mi corazón. Cristo en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en mi, Cristo en la boca de todos los que hablan de mi, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.
Me envuelvo hoy día en una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la unidad del Creador del Universo.
Del Señor es la salvación, del Señor es la salvación, De Cristo es la salvación.
Tu salvación Señor esté siempre con nosotros.
Amén

Oración por los enfermos

Omnipotente y sempiterno Dios, Salud de los que en Ti creen y esperan, escucha las oraciones que te hacemos por nuestros enfermos, y, por intercesión de la Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, concede vida abundante a sus almas y devuélveles, según tu beneplácito, la salud del cuerpo. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.

Oración de abandono o entrega

Padre celestial en tus manos, me pongo haz de mí lo que tú quieras.
Y por todo lo que hagas por mi yo te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo y lo acepto todo con tal que tu voluntad se cumpla en mi y en todas tus criaturas. No deseo nada más , Dios mío.
Pongo mi alma entre tus manos.
Te la doy, con todo el amor de mi corazón porque es una necesidad de amor el darme, el entregarme entre tus manos, sin medida, con confianza infinita, porque tú eres mi padre.
Amén
Coloco ahora la sangre de Jesús entre todo mal y yo _______
Coloco ahora la sangre de Jesús entre todo mal y mi familia ____
Y declaro que somos victoriosos contra el demonio y sus obras por el poder de la sangre de jesus. Amen aleluya gloria y honor a ti Jesús. Amén

Sellamiento con la sangre de Cristo

Padre celestial, en union con el espiritu santo pido que el poder de la sangre preciosa de jesús me cubra, selle, guarde, proteja, sane, libere, guarde, y me de vida en abundancia en todo mi ser, en mi familia, mi historia, mis bienes, las personas que dispones a mi lado, tu voluntad sobre mi vida, mi trabajo, mi estudio y mi vida social, los lugares en que vivo y visto y la creacion entera. Tu sangre preciosa me libre de las tentaciones y de todo mal. Ahora y en la hora de mi muerte.
Amen

Oración de protección

Protección de DiosYo (dí tu nombre completo) con la Sangre preciosa de Jesús, protejo y sello todo mi ser, interior y exteriormente, deposito en el Corazón Inmaculado de la Virgen María, todo mi haber y poseer; para que ni en el presente, ni en ningún momento futuro, lleguen a ellos daños por venganzas de lo oculto.
En el nombre de Jesús, queda prohibida toda acción e interacción, toda comunicación e intercomunicación espiritual. Invoco la presencia de los ángeles, arcángeles (Miguel, Gabriel y Rafael), principados, virtudes, potestades, dominaciones, querubines, serafines y tronos de Dios; para que sean ellos quienes lleven a cabo esta batalla contra el mal. Pido la ayuda de la comunión de los santos.
Amén, amén, amén.

Oración de perdón

En el nombre de Jesucristo, yo (dí tu nombre completo) perdono a: (dí el nombre de la persona a la que vas a perdonar).
Te perdono por toda ofensa, humillación, envidia, maldición y rechazo.
Te perdono por los pleitos, insultos, abandonos, golpes y rencores. Te perdono por tu alcoholismo, por las infidelidades y mentiras.
Te perdono por no cumplir lo prometido, por tus chismes y calumnias.
Te perdono por toda falta de amor, consideración y caridad.
(Respira profundamente y menciona todo lo que tengas que sentir de la persona que estás perdonando).
En el Nombre de Jesús: yo te perdono, en el Corazón de Jesús: yo te perdono, en la Misericordia de Jesús: yo te perdono, te bendigo y desato todo lazo de rencor entre tú y yo.
Delante de Dios te declaro inocente y libre, ya no me debes nada, le pido a Jesús que te ame profundamente, te llene de paz y se manifieste en ti con abundancia de bienes espirituales y materiales.
Amén, amén, amén.

Oración por los antepasados

Padre Dios, en nombre de Jesús, te pido que por los méritos y virtudes de Sus Santas Llagas, sean lavados por Su Sangre todos los efectos, causas, consecuencias y atributos de las faltas de mis antepasados que no fueron reparadas y que todavía pesan sobre mi en forma de debilidades o tendencias hacia esos mismos errores y pecados. Te pido perdón en su nombre por haberse burlado o renegado de los sacramentos de la Santa Iglesia, siendo bautizados, o por insultos y negaciones hechos a Tu Santa Trinidad, te pido perdón por toda infidelidad y desconfianza hacia ti. Pido perdón en su nombre por los daños que mis antepasados causaron a la familia, al matrimonio, a la sociedad, a Tu creación.
En nombre de Jesús, te ruego que Tu amor repare las injusticias que cometieron en contra de todas las personas, instituciones, pueblos o naciones y en sus descendientes.
Que por intercesión de la Inmaculada Concepción de María nos concedas la sanación a partir del instante de nuestra concepción, la de mis antepasados y la de mi descendencia.
Que Tu Espíritu Santo me inspire todos los días de mi vida para hacer obras de caridad y servicio.
Pido que Tu Misericordia alcance a los que ya han muerto, para que descansen en paz junto a ti y para los que aún vivan, tu Espíritu Santo los convenza de sus errores dándoles la gracia del arrepentimiento.
Amén, amén, amén.

Oración de renuncia y liberación

Jesús en la cruz
En tu nombre Jesucristo, yo (dí tu nombre completo) de manera personal y a nombre de mis antepasados.
Renuncio a satanás, a todas sus fascinaciones, seducciones y mentiras.
Renuncio a toda práctica de brujería, magia blanca, negra, de cualquier color, santería, hechicería o vudú.
Renuncio a toda limpia con huevo, yerbas, bálsamos, vino, sangre o fuego.
Renuncio a todo pacto, reto, sello, alianza o consagración al demonio; a conjuros, perjuros, maleficios e invocaciones diabólicas.
Renuncio a toda maldición, mal deseo, envidia, odio, rencor, resentimiento, codicia, avaricia, soborno, robo, fraude, despojo o enriquecimiento ilícito.
Renuncio a todo acto de orgullo, soberbia, prepotencia, vanidad y egolatría.
Renuncio a todo rito de iniciación chamánica, espiritista, espiritualista, masonería, filosofía rosacruz, dianética y a toda secta o sociedad secreta.
Renuncio a todo conocimiento de la nueva era, creencia en la re-encarnación, esoterismo, metafísica, meditación trascendental, yoga, a todo acto de curanderismo, a las operaciones espirituales, hipnotismo con regresiones, baños con flores, especies, yerbas, sangre de animales o humana o con otras substancias con fines mágicos.
Renuncio a toda lujuria, aborto, adulterio, homosexualidad, bisexualidad, incesto, violación, pornografía, bestialismo, promiscuidad y prostitución. A todo lo que yo u otras personas hayan hecho ilícitamente para controlar, nulificar o desbordar mi sexualidad.
En el nombre de Jesucristo, renuncio al culto y veneración a la llamada “santa muerte” o al vampirismo, a todo encantamiento, invocación y evocación de muertos, a espíritus custodios, guardianes, cósmicos, protectores, espías, vigilantes, a seres espirituales nombrados “maestros de sabiduría”, o a cualquier otro ser maléfico en forma oculta o manifiesta.
Renuncio a todo acto o juego de mediumnidad, a la ouija, al control mental, al manejo del péndulo, a instrumentos para encontrar “tesoros ocultos” o dinero enterrado.
Renuncio también a toda clase de adivinación, sortilegio, lectura de cartas, café y caracoles, a toda forma de astrología, horóscopos o cartas astrales.
Renuncio a los amuletos y talismanes, a las herraduras, pirámides, cuarzos, imanes, agujas, sábilas o ajos con moños rojos, imágenes de santos mezcladas con tierra de panteón, velas y veladoras de colores “curadas”, fetiches y representaciones de mi persona de cualquier material y forma que se encuentren enterrados o sean manipulados por mí mismo u otras personas.
Renuncio a toda forma equivocada de “medicina alternativa” que bajo engaños haya ritualizado mi ser al demonio.
En el nombre de Jesús, renuncio a toda comida o bebida mezclada con brujería que haya yo ingerido, y a todo lo que haya sido tirado, rociado o untado en mi cuerpo, ropa, zapatos, casa, trabajo, negocio o cualquier pertenencia u objeto que esté cercano a mí, que haya sido maldecido o consagrado al mal.
MaríaEn el nombre de Jesucristo denuncio, renuncio y echo fuera de mí a todo espíritu de traición, destrucción, muerte, esclavitud, ausencia de Dios, miseria, mendicidad, soltería, infelicidad matrimonial, viudez, orfandad, amargura, envejecimiento o muerte prematura, persecución, problemas con las leyes o la justicia humana, esterilidad, humillación, rechazo, insomnio, deseos de suicidio, aislamiento, locura, soledad, neurosis, depresión, obsesión, miedo, angustia, debilidad, enfermedades crónicas, invalidez, ceguera, sordera, mudez, falta de olfato, imposibilidad de saborear la comida, insensibilidad, celos, inconformidad, incapacidad para vivir, conseguir o conservar un trabajo, una pareja, un matrimonio o una familia.
En el nombre de Jesús denuncio, renuncio y echo fuera de mí todo espíritu de alcoholismo o de cualquier otra adicción, de mal carácter, de falta de memoria, de falta de control y dominio de mi ser, irrealidad, inconsciencia, envidia, abandono, gula, suciedad, desorden, malos olores crónicos en mi cuerpo, ropa o casa, de falta de fe, esperanza y caridad, de falta de interés en la vida, de desprecio a la eucaristía y de aborrecimiento o flojera para tener vida de oración. Corto, destruyo y nulifico los medios a través de los cuales fueron hechos los daños antes mencionados, si fueron veladoras, fotos, ropa, tijeras, agujas, fetiches, entierros, lo que haya sido.
Renuncio a lo que en forma consciente o inconsciente haya yo hecho o haya sido hecho por otra persona en mi nombre para obtener poderes, dinero, éxito, buena suerte o pretender saber el futuro, o bien para conseguir el amor y la salud propios o ajenos, o tener dominio y control sobre personas, objetos, animales, lugares, espíritus y fuerzas de la naturaleza.
Nulifico los efectos de cualquier práctica contraria al compromiso adquirido a través de mi bautismo, de fidelidad y reconocimiento a Jesucristo como mi único Salvador, a los Sacramentos, a la Virgen María y a la iglesia católica.
A lo que impida el ejercicio de mi sentido común, capacidad de juicio, entendimiento y voluntad.
Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y la confianza de Jesús. Renuncio al rechazo de mis padres desde el instante de mi concepción y durante mi vida en el seno materno. Renuncio al mal que me causaron por intentar abortarme: con yerbas, sustancias químicas o con objetos punzo cortantes. Renuncio a todo el rencor que tengo si fui dado en adopción o abandonado sin haber conocido a mis padres biológicos o a maldiciones recibidas durante mi gestación.
Nulifico por las llagas de Jesús todo mandato de fracaso, muerte en vida y suicidio que hay en mí por estas causas, la incapacidad para aceptar el amor de Dios, para aceptarme a mí mismo o a las personas, para estudiar, trabajar y ser feliz.
Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el respeto y la dignidad que como templo del Espíritu Santo, necesita todo mi ser y que esté impidiendo relacionarme con Dios, conmigo mismo (a), con mi entorno en una forma sana, tener una familia unida y un trabajo digno y bien remunerado.
Porque Jesucristo se manifestó para deshacer las obras del diablo: habiendo denunciado, renunciado y echado fuera de mí todos los espíritus del mal, los envío atados y amordazados a los pies de la Santa Cruz y les prohíbo regresar.
Habiendo nulificado todos los efectos, causas y consecuencias, tomo autoridad, en el nombre de Jesús, para que caigan todos los bloqueos, tinieblas y barrer, las que satanás construyó a mi alrededor y le ordenó a todo ser demoníaco que despojó a mi familia o a mí mismo (a), que nos devuelva, lo que nos quitó.
Padre Santo, te lo ruego, sana toda mi vida, toda mi historia personal, perdóname, ayúdame, libérame, bendíceme.
Padre Dios, acepto que Tú seas mi Padre, Jesucristo mi Hermano, la Virgen María mi Madre, porque hoy, yo (dí tu nombre completo) les pertenezco para siempre.
A través de Tu Santo Espíritu, guíame para la reparación de todas las faltas que cometí y enséñame a amar Tu Voluntad. Gracias Padre.
Amén, amén, amén

Oración para sellar la sanación

Imposicion manosCon el dedo pulgar de la mano derecha haz el signo de la Cruz en tu frente y repite con nosotros:
Con la Sangre Preciosa de Jesús, sello esta sanación que Tú Padre Dios acabas de hacer en mí, para que no vuelvan más estos males y espíritus a mi vida, ni en número de uno, ni en ningún otro número, ni de la misma naturaleza, ni de naturaleza parecida.
Te ruego Padre Dios que el Espíritu Santo ocupe todo mi ser y restaure las virtudes que estos males han destruido en mí.
Desato en mi todos los dones y frutos de Tu Santo Espíritu.
Envíame tus ángeles administradores de paz, unidad, salud y prosperidad.
Espíritu Santo de Dios recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, dígnate ser en adelante mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el amor de mi corazón.
Amén, amén, amén.

Oración de bendición

Nuestro Señor Jesucristo que nos amó con un amor tan desmedidamente grande y que fue puesto sobre la Cruz de madera y condenado a la muerte más amarga: lave y bendiga tu alma con Su Sangre preciosa, en recuerdo del sufrimiento con el que pagó por ti, a fin de que tu amor arda para él. Que ese poderoso fuego de amor consuma todos tus pecados y te conceda reposar sobre Su Bendito Brazo, donde todos los santos reposan. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén, amén, amén.

Plegarias de liberación
Oraciones contra el maleficio

Kyrie elèison. (3)
Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, Tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con Tu sola Voluntad; Tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres niños santos.
Tú que eres Doctor y Médico de nuestras almas; Tú que eres la Salvación de aquellos que se dirigen a Ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo ….. haz que, en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza éxito y caridad.
Tú, Señor, que amas a todos los hombres, extiende Tus Manos poderosas y Tus Brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y vista esta imagen tuya, mandando sobre ella al ángel de la paz, fuerte y protector del alma y del cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas: de modo que debajo de Ti tu suplicante protegido te cante con gratitud:
“El Señor es mi Salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre. No tendré temor del mal porque Tú estás conmigo, Tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, Padre de los siglos futuros”.
Sí, Señor Dios nuestro, ten compasión de Tu imagen y salva a tu siervo…. de todo daño o amenaza procedente del maleficio, y protégelo poniéndolo por encima de todo mal; por la intercesión de la más Bendita, gloriosa Señora, la Madre de Dios y siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos los Santos. Amén.

Oración contra todo mal

Adoración a JesúsEspíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso, descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mi todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica y la obsesión diabólica; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intermedio de la virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por san Miguel arcángel, por san Gabriel, por san Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.

Oración de sanación interior

Señor Jesús, Tú has venido a curar
los corazones heridos y atribulados,
te ruego que cures los traumas que provocan
turbaciones en mi corazón;
te ruego, en especial que cures
aquellos que son causa de pecado.
Te pido que entres en mi vida,
que me cures de los traumas psíquicos
que me han afectado en tierna edad
y de aquellas heridas que me los han provocado
a lo largo de toda la vida.
Señor Jesús, Tú conoces mis problemas,
los pongo todos en Tu corazón de Buen Pastor.
Te ruego, en virtud de aquella gran llaga
abierta en Tu Corazón,
que cures las pequeñas heridas que hay en el mío.
Cura las heridas de mis recuerdos,
a fin de que nada de cuanto me ha acaecido
me haga permanecer en el dolor, en la angustia,
en la preocupación.
Cura, Señor,
Todas esas heridas que, en mi vida,
han sido causa de raíces de pecado.
Quiero perdonar
a todas las personas que me han ofendido,
mira esas heridas interiores
que me hacen incapaz de perdonar.
Tú que has venido a curar los corazones afligidos,
cura mi corazón.
Cura, Señor Jesús, mis heridas íntimas
que son causa de enfermedades físicas.
Yo te ofrezco mi corazón,
acéptalo, Señor, purifícalo y dame
los sentimientos de Tu Corazón Divino.
Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor,
la curación del dolor que me oprime
por la muerte de las personas queridas.
Haz que pueda recuperar la paz y la alegría
por la certeza de que Tú eres la Resurrección y la Vida.
Hazme testigo autentico
de Tu Resurrección,
de Tu Victoria sobre el pecado y la muerte,
de Tu Presencia de Viviente entre nosotros.
Amén.

Plegaria de liberación

Orar a DiosOh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre,
nosotros te rogamos, por la intercesión de María
y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel,
que nuestros hermanos y hermanas
sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
De la angustia, la tristeza y las obsesiones,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de sexualidad mala,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo,
de brujería y cualquier mal oculto,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”,
por la intercesión de la Virgen Maria
concédenos ser liberados de toda maldición
y gozar siempre de tu paz.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Oración de la sangre de Cristo

Señor Jesús, en tu nombre y con
el Poder de tu Sangre Preciosa
sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos a través de los cuales
el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos toda potestad destructora en
el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas
de la naturaleza, en los abismos del infierno,
y en el mundo en el cual nos movemos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
rompemos toda interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares
y lugares de trabajo a la Santísima Virgen
acompañada de San Miguel, San Gabriel,
San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestra casa, todos los que la habitan
(nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Señor enviará a ella,
así como los alimentos y los bienes que
Él generosamente nos envía
para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos tierra, puertas, ventanas,
objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos,
y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos los lugares en donde vamos
a estar este día, y las personas, empresas
o instituciones con quienes vamos a tratar
(nombrar a cada una de ellas).
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestro trabajo material y espiritual,
los negocios de toda nuestra familia,
y los vehículos, las carreteras, los aires,
las vías y cualquier medio de transporte
que habremos de utilizar.
Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos,
las mentes y los corazones de todos los habitantes
y dirigentes de nuestra Patria a fin de que
Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y
por Tu Vida, ya que gracias a Ellas
hemos sido salvados y somos preservados
de todo lo malo.

Oración por los enfermos (Padre Emiliano Tardif)

Jesús en el cieloJesús. Señor Jesús.
Creemos que estás vivo y resucitado. Creemos que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del Altar y en cada uno de nosotros.
Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias Señor, por venir hasta nosotros
como pan vivo bajado del Cielo. Tú eres la plenitud de la vida.
Tú eres la resurrección y la vida.
Tú eres, Señor la salud de los enfermos.
Hoy te queremos presentar a todos los enfermos que están aquí, porque para
ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio.
Tú eres el eterno presente y tu lo conoces.
Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos. Visítalos a través
de tu Evangelio proclamado en la Santa Biblia, para que todos reconozcan
que tu estás vivo en tu Iglesia de hoy; y que se renueve su fe y su
confianza en ti. Te lo suplicamos Jesús.
Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su
corazón y de los que sufren en su alma que están orando y viendo los
testimonios de lo que Tú estás haciendo por tu Espíritu Renovador en el
mundo entero. Ten compasión de ellos, Señor.
Desde ahora te pedimos. Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a
encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas
de tu amor, para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu
compasión.
Te lo pedimos Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y
por tu preciosa sangre.
Sánalos Señor. Sánalos en su cuerpo, Sánalos en su corazón, Sánalos en su
Alma.
Dales vida y vida en abundancia. Te lo pedimos por intercesión de María
Santísima, tu Madre, la Virgen de los Dolores, la que estaba presente, de
pie, cerca de la cruz.
La que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos distes por
madre. Tú nos has revelado que ya has tomado sobre ti todas nuestras
dolencias y por tu santas llagas hemos sido curados.
Hoy, Señor, te presentamos en fe todos los enfermos que nos han pedido
oración y te pedimos que los alivies en su enfermedad y que les des la
salud.
Te pedimos por la gloria del Padre del Cielo, que sanes a los enfermos que
van a leer este libro.
Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para la
gloria de tu Nombre.
Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través
de los signos y prodigios de tu amor.
Todo esto te lo pedimos Jesús, porque tú eres Jesús. Tú eres el buen pastor
y todos somos ovejas de tu rebaño. Estamos tan seguros de tu amor, que aún
antes de conocer el resultado de nuestra oración, en fe te decimos Jesús
por lo que tu vas hacer en cada uno de ellos.
Gracias por los enfermos que tu estás sanando ahora, que tu estás visitando
con tu misericordia.
Que lo cubras de tu sangre divina, y que a través de este mensaje tu
corazón de buen pastor hable a los corazones de tantos enfermos que van a
leerlo.
¡Gloria y alabanza a ti, Señor. ¡
Amén