La Iglesia Católica reconoce como testigo autentico de la Misericordia Divina de Jesús a Santa María Faustina Kowalska (1905-1938). En el diario de Sor Faustina, Jesús invita a cumplir su voluntad de hacer conocer al mundo la infinita bondad de Dios:
Hija Mía, se diligente en apuntar cada frase que te digo sobre Mi misericordia porque están destinadas para un gran numero de almas que sacaran provecho de ellas (Diario, 1142).
Presentamos 21 enseñanzas sacadas del diario de la reconocida mística polaca que pueden ser útiles para la vida diaria.
1 – Sé misericordioso, busca la misericordia como salvavidas para el alma
Escribe esto: Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de Misericordia. […] Se apagara toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. […]Eso sucederá poco tiempo antes del ultimo día. (Diario, 1142).
2 – En la tristeza, la penumbra y ante las dudas, confiésate
Un día, durante la meditación matutina, oí esta voz: Yo Mismo soy tu guía, he sido, soy y seré; pero como Me pediste una ayuda visible, te la he dado. Lo había elegido antes de que Me lo pidieras, porque esto lo requiere Mi causa. Has de saber que las faltas que cometes contra él, hieren Mi Corazón; evita especialmente actuar a tu gusto, que en cada cosa mas pequeña haya un sello de la obediencia. (Diario, 362).
3 – Sé humilde, un corazón humilde recibe la bendición de Dios
Veo cada humillación de tu alma y nada se escapa a Mi atención; elevo a los humildes hasta Mi trono, porque así es Mi voluntad. (Diario 279)
4 – Sé dócil, Dios rechaza los soberbios
Cuando me quedé a solas con la Santísima Virgen, me instruyó sobre la vida interior. Me dijo: La verdadera grandeza del alma consiste en amar a Dios y humillarse en su presencia, olvidarse por completo a si mismo y tenerse por nada, porque el Señor es
grande, pero se complace sólo en los humildes mientras rechaza siempre a los soberbios. (Diario 1711)
5 – En momentos de tinieblas y de humillaciones, confía en Dios
Satanás siempre aprovecha tales momentos […]De repente oí en mi alma la voz: No tengas miedo, Yo estoy contigo, y una luz extraña iluminó mi mente y comprendí que no debía someterme a tales tristezas y una fuerza me llenó, y salí de la celda con un nuevo ánimo para enfrentar los sufrimientos. (Diario 129).
6 – Ama a tu prójimo a través de obras y no sólo con palabras
“Esta imagen (de la Divina Misericordia) ha de recordar las exigencias de Mi misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil” (Diario, 742).
7 – Sé paciente en las pruebas de la vida y trabaja aunque los esfuerzos parezcan vanos
Escribe que día y noche Mi mirada descansa sobre él y permito estas contrariedades para multiplicar sus méritos. Yo no recompenso por el resultado positivo sino por la paciencia y el trabajo emprendido por Mí (Diario 86).
8 – Sé valiente, el miedo aleja de Dios
¿Por qué tienes miedo y tiemblas cuando estás unida a Mí? No Me agrada el alma que se deja llevar por inútiles temores. ¿Quién se atreve a tocarte cuando estás Conmigo? El alma más querida para Mi es la que cree fuertemente en Mi bondad y la que Me tiene confianza plenamente; le ofrezco Mi confianza y le doy todo lo que pide. (Diario 453)
9 – Reza – no importa las dificultades o las dichas – que la plegaria trae bendiciones
Jesús me enseñó cuánto le agrada la plegaria reparadora; me dijo: La plegaria de un alma humilde y amante aplaca la ira de Mi Padre y atrae un mar de bendiciones.
10 – Evita las murmuraciones y los chismes como una ruina, mejor el silencio
Si se observara rigurosamente el silencio, no habría murmuraciones, amarguras, maledicencias, chismes, no seria tan maltratado el amor (23) del prójimo, en una palabra, muchas faltas se evitarían. Los labios callados son el oro puro y dan testimonio de la santidad interior.
(Dirario 552)
11 – Sé como un niño que busca a Dios
Me dijo cuánto agradaba a Dios la sencillez del alma. Aunque Mi grandeza es inconcebible, trato solamente con los pequeños, exijo de ti la infancia del espíritu.
(Diario 332).
12- Sé consciente que Dios envía pruebas a un alma particularmente amada, entre tentaciones y oscuridades; Satanás.
El amor del alma no es todavía como Dios lo desea. De repente el alma pierde la presencia de Dios. Se manifiestan en ella distintas faltas y errores con los cuales tiene que llevar a cabo una lucha encarnizada. Todos los errores levantan la cabeza, pero su vigilancia es grande.
(Diario 96)
13- Busca la sabiduría del corazón y del espíritu
Cuando contemplas en el fondo de tu corazón lo que te digo, sacas un provecho mucho mayor que si leyeras muchos libros. Oh, si las almas quisieran escuchar Mi voz cuando les hablo en el fondo de sus corazones, en poco tiempo llegarían a la cumbre de la santidad.
(Diario 584)
14 – Sé constante no importa los sufrimientos
El las pruebas trataré de ver la amorosa mano de Dios. No hay nada tan constante como el sufrimiento; él siempre hace fielmente compañía al alma. Oh Jesús, en el amor hacia Ti no me dejaré superar por nadie.
(Diario 227)
15 – Aprende a perdonar con el corazón
Quien sabe perdonar, se prepara muchas gracias de parte de Dios. Siempre que mire la cruz, perdonare sinceramente.
16 – Sé paciente con las personas que te hacen las cosas más difíciles
Aquella hermana se empeñaba tanto en hacerme difícil el cumplimento de mis deberes que, a pesar de mis esfuerzos, más de una vez consiguió estropear algo de lo que estaba bien hecho, como ella misma confesó en la despedida, pidiéndome mil disculpas. Sin querer analizar sus intenciones, tomé la cosa como una prueba de Dios…
(Diario 632)
17 – Domina la envidia
El espíritu de Jesús es siempre simple, apacible, sincero; cada malicia, envidia, falta de bondad ocultada bajo una sonrisa de afabilidad es un diablito inteligente; una palabra dura pero que proviene del amor sincero, no hiere al corazón.
(Diario 633)
18 – Calla cuando eres reprendido
Oh Jesús mío, para compensarte por los blasfemos, callaré cuando me reprendan injustamente, para satisfacerte aunque sea en una pequeña parte. En mi alma Te estoy cantando continuamente un himno y nadie lo puede sospechar ni entender. El canto de mi alma lo conoces sólo Tú, oh Creador y Señor mío. (Diario 81).
19 – Sé silencioso en tu interior para escuchar a Dios
Dios no se da a un alma parlanchina, que como un zángano en la colmena zumba mucho, pero no produce miel. El alma hablantina está vacía en su interior. No hay en ella ni virtudes fundamentales, ni intimidad con Dios.
(Diario 119)
20 – No te desanimes por la ingratitud
Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros jamás podrá ser igualado. Por lo tanto, haz que cada alma confíe en la Pasión del Señor y que ponga su esperanza en Su misericordia. Dios no le negara su misericordia a nadie. (Diario 72)
21 – No busques la perfección…
No busco con curiosidad la perfección en ninguna parte, sino que penetro en el espíritu de Jesús y contemplo sus acciones que tengo relatadas en el evangelio y aunque viviera mil años, no agotaría lo que en él esta contenido. (Diario 510)
Jesús instruyó a Sor Faustina en la lucha espiritual…..
No temas la lucha; la valentía a menudo intimida a las tentaciones, y ellas no ganan
No tengas miedo de la lucha a menudo el solo valor atemoriza las tentaciones, y no se atreven a atacarnos. (Diario 1760)
Siempre lucha con profunda convicción, no te rindas
Lucha siempre con esta profunda convicción de que Yo estoy a tu lado. No te dejes guiar por el sentimiento, porque él no siempre está en tu poder, todo el merito está en la voluntad. (Diario 1760)
No te dejes guiar por el sentimiento, a veces ellos escapan a tu control
Cuando el aburrimiento y el desanimo llamen a tu corazón, huye de ti misma y escóndete en Mi Corazón. (Diario 1760)
Por último, tenemos en cuenta:
“La conciencia humana […]sucumbiendo a la secularización; cuanto más se distancia del misterio de la misericordia alejándose de Dios, tanto más la Iglesia tiene el derecho y el deber de recurrir al Dios de la misericordia « con poderosos clamores »” (Dives in Misericordia, no. 15).
Y finalmente, el papa Francisco reafirma la necesidad de la Misericordia porque “es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida”, así escribió en la Bula de convocación del Jubileo Extraordinario en 2015 (Misericordiae Vultus, 2).